1. SÓLO POR EL CAMINO
El viaje en si es una belleza. Cuando conducimos en la ciudad diariamente, lo hacemos para ir a trabajar, porque necesitamos ir al supermercado o por motivos generalmente relacionados con alguna necesidad. Esto es completamente diferente, y puedes parar en los muchos pueblos que encuentras a lo largo de la carretera. Es una belleza de camino y en algunos tramos puedes incluso parar y tomar una bonita foto.
2. DISFRUTAR DEL CLIMA TEMPLADO
La principal característica de las tierras altas en la República de Panamá, con respecto al resto del país, es su tan agradable clima templado. La temperatura también crea todo un nuevo panorama natural, plantas y árboles diferentes a los que vemos habitualmente en las demás regiones, las cuales son mucho más entretenidas de apreciar mediante una agradable caminata o paseo en bicicleta por los muchos senderos y caminos del pueblo. De vez en cuando una menuda llovizna refresca un poco más el ambiente. Los lugareños le llaman "bajareque" y es un rocío muy agradable que es prácticamente la firma climática del pueblo.
3. ¡HAZLO POR TU MASCOTA!
Si tienes una mascota, el lugar es sencillamente ideal para que ese miembro peludo de tu familia experimente el placer de los grandes exteriores sin que te preocupe demasiado el tráfico, los accidentes u otros contratiempos. El clima les encanta y les hace muy bien, la actividad extra les abre el apetito y lo más importante, ¡evitan que te quedes en el hotel sin disfrutar de los caminos y senderos del pueblo!
4. LOS PEQUEÑOS Y GRANDES HOTELES
El auge turístico de Boquete ha producido sus frutos en múltiples formas, y una de las más llamativas es la gran cantidad y variedad de hoteles y hostales. Existen opciones para todas las ocasiones, para todos los presupuestos y para todos los estilos y preferencias. Muy recomendados son La Casa de la Abuela, Valle Escondido Resort & Spa, Riverside Inn y Villa Marita.
5. LAS FLORES Y LA NATURALEZA
Boquete es la capital floral de Panamá. No en vano ostenta la Feria de las Flores y del Café cada enero. Todo el pueblo es un espectáculo multicolor y todos los boqueteños de alguna manera contribuyen a elevar este gran evento. De hecho, este mes de enero es un gran momento para ir y disfrutar de este mágico lugar, de sus flores, su café, su gente y la maravillosa armonía en la que simplemente existen y de la que te haces parte en cuanto pones tu mirada en el volcán Barú desde el Alto Boquete, y llenas tus pulmones de aire puro, tus ojos de naturaleza y color, y tu corazón de paz.
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